De acuerdo a la fe cristiana, en septiembre de 1224 mientras oraba en el monte, a San Francisco de Asís se le apareció un ángel que le perforó con un rayo de luz las manos, los pies y el costado, dejándole heridas similares a las que sufrió Jesús en la Cruz.
Entre julio y agosto de ese año, Francisco fue a orar al Monte de la Verna. Su misión como monje ya era conocida. Decidió alejarse en el monte y orar solo, para no ser molestado. Solamente fray León, cercano a él, podía orar cada noche a su lado.
Te podría interesar
Francisco entraba en éxtasis en sus oraciones, por eso no quería que nadie lo viera. Tres veces seguidas que abrió el libro de oraciones, este se abrió en el relato de los padecimientos que tuvo Jesús en la Cruz.
Comprendió entonces lo que Jesús le quería decir y fue entonces cuando Francisco pidió a Jesús en sus oraciones, junto a fray León, sentir lo mismo que él sufrió en la Cruz.
Días después, un ángel o serafín se apareció delante de él y le dijo: "Vengo a confortarte y avisarte para que te prepares con humildad y paciencia a recibir lo que Dios quiere hacer de ti".
"Estoy preparado para lo que él quiera", fue su respuesta.
La madrugada del 14 de septiembre, fiesta de la Santa Cruz, antes del amanecer, Francisco estaba orando, de cara a Oriente, y pedía al Señor "experimentar el dolor que sentiste a la hora de tu Pasión y, en la medida de los posible, aquel amor sin medida que ardía en tu pecho, cuando te ofreciste para sufrir tanto por nosotros, pecadores"; y también, "que la fuerza dulce y ardiente de tu amor arranque de mi mente todas las cosas, para yo muera por amor a ti, puesto que tú te has dignado morir por amor a mi".
De repente, vio bajar del cielo un ángel con seis alas. Tenía figura de hombre crucificado. Francisco quedó absorto, sin entender nada, envuelto en la mirada bondadosa de aquel ser, que le hacía sentirse alegre y triste a la vez.
Y mientras se preguntaba la razón de aquel misterio, se le fueron formando en las manos y pies los signos de los clavos, tal como los había visto en el crucificado.
En realidad no eran llagas o estigmas, sino clavos, formados por la carne hinchada por ambos lados y ennegrecida. En el costado, en cambio, se abrió una llaga sangrante, que le manchaba la túnica y los calzones.
Durante años, se han documentado muchos casos de personas que padecieron estigmas, es decir, heridas semejantes a las que habría sufrido Jesús de Nazaret durante su pasión.
Aunque suele considerarse a san Francisco de Asís (c. 1181-1226) como el primer estigmatizado, en realidad el primer caso en la historia sería el de la beata María de Oignies (c. 1177-1213), beguina, caso que pasó prácticamente inadvertido.
Debido a esto, el día 17 de septiembre, los Franciscanos en el mundo celebran la fiesta de la estigmatización de San Francisco de Asís. San Francisco de Asís llevó las marcas durante el resto de su vida. Murió en octubre de 1226 y fue declarado santo dos años después..
¿Cómo son los estigmas?
En la fe cristiana, los estigmas (del latín stigma, y este a su vez del griego st??µa) son señales o marcas que aparecen de forma espontánea en el cuerpo de algunas personas, casi siempre místicas extáticas, lo que probaría que es la religión de un Dios verdadero.
Tipos de estigmas
La Iglesia católica, cuando los considera auténticos y don divino, los clasifica en: visibles o no, sangrientos o no, permanentes o no. Los estigmas invisibles pueden producir tanto dolor como los visibles.
El tipo de heridas o estigmas pueden ser:
Heridas en manos o muñecas, semejantes a las causadas por clavos.
Heridas en los pies, semejantes a las causadas por clavos.
Heridas en la cabeza, semejantes a las provocadas por la corona de espinas.
Heridas en la espalda, semejantes a las de látigo en la flagelación.
Herida en un costado —semejante a la causada por una lanza—, por lo general en el lateral izquierdo.
Lista de estigmatizados:
San Francisco de Asís, llamado por algunos como el segundo Jesucristo, por ser el primer varón en recibir los estigmas.
Santa Catalina de Siena.
San Pío de Pietrelcina.
Santa Rita de Casia.
Santa Gema Galgani.
Santa Margarita Bays
Santa Mariam Thresia Chiramel.
Santa Verónica Giuliani, denunciada por su propia abadesa ante la Inquisición.
Santa Mariam Baouardy carmelita descalza que tuvo numerosas experiencias místicas. Murió en Belén.
Santa Catalina de Ricci dominica terciaria.
Beata Ana Catalina Emmerick, agustina que tuvo visiones de la pasión de Jesús.
Beata María de la Encarnación conocida como la madre del Carmelo en Francia.
Beata Lucía de Narni del siglo xvi.
Venerable Marthe Robin.
Venerable Teresa Neumann
Sierva De Dios María Esperanza de Bianchini.
Sierva De Dios Teresa Helena Higginson maestra inglesa de la Era Victoriana.
Sierva De Dios Luisa Piccarreta.
Sierva De Dios Natuzza Evolo.