El 8 de noviembre de 1929, los Bomberos de Nuevo Laredo bajo la dirección del ingeniero Isaac Echeverría, comandante Primero de la corporación, reciben una nueva y potente máquina apagafuegos.
Fue la segunda apagadora que tuvo el Departamento de Bomberos para trabajar en los siniestros que se presentaban en la creciente ciudad fronteriza hace 93 años.
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La corporación había sido fundada apenas tres años antes, el 15 de octubre de 1926 por Heriberto Deándar Amador, Pedro de León, Amador Cavazos, Cipriano Montemayor, Antonio Salazar, Jesús González Eligio Domínguez, Manuel Rodríguez, Raúl Alcalá, Santiago Rodríguez, Candelario Villa y el comandante Echeverría.
LA PRIMERA
En 1927 se adquirió un automóvil Packart de 12 cilindros y se construyó la primera máquina para extinguir el fuego, siendo dotada de todos los útiles necesarios con la ayuda del comercio y el pueblo.
En esa ocasión la extinta Junta Federal de Mejoras Materiales cedió mil pies de manguera de 2 ½” y construyó el primer cuartel, un salón de madera con cupo solo para la máquina.