Una de las historias más conocidas es el de las tres carabelas de Colón, esas tres naves llevarían al navegante a descubrir otros continentes, pero no hay exactamente pruebas de dichas naves, a pesar de que son mencionadas en antiguos escritos.
El descubrimiento de América tiene el registro del 12 de octubre de 1492 por el navegante Cristóbal Colón y su tripulación, los reyes católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón enviaron embarcaciones a encontrar tierras y riquezas a otros continentes.
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Historiadores, Arqueologos de diferentes partes del mundo han buscado las pistas para dar con las tres famosas naves de Cristóbal Colón, pero ha sido imposible que incluso se ha llegado a pensar que se trataría de no eran barcos.
La verdad se ha perdido con el tiempo, tanto así que se desconoce la verdadera nacionalidad del famoso navegante y explorador Colón. Aunque las escuelas han enseñado a generaciones las aventuras de la Niña, la Pinta y Santa María, los restos de la histórica primera flota de Colón y las tres expediciones posteriores se han mantenido intactos.
Arqueólogo y cazadores de naufragios han buscado por todos los rincones sin encontrar rastros de lo que fueron los famosos barcos que llevaron a la tripulación extranjera a descubrir un nuevo mundo.
¿Por qué no se han encontrado las carabelas de Cristóbal Colon?
Si las Carabelas de Colón quedaron varadas en el Caribe, seguramente terminaron desechas, pues existen diferentes criaturas capas de devorar la madera en tan solo una década y ya han pasado más de 530 años, hay gusanos de mar que la madera les parece un platillo excelso.
A todo lo anterior hay que agregarle las tormentas, huracanes y tormentas tropicales que han azotado la región, por lo que disminuye la posibilidad de encontrar una astilla de los barcos.
Siglos de tormentas tropicales, cambios en el uso de tierras y deforestación han alterado significativamente las costas frente a las que navegó Colón en su día.
La bitácora de Cristóbal Colón
Según el cuaderno de bitácora de Colón, la Santa María estaba amarrada en un arrecife cerca de Cabo Haitiano, Haití, en la víspera de Navidad de 1492. Su casco fue desmantelado y utilizado para construir el Fuerte de La Navidad.
Los investigadores se empeñan en buscar más de que fue lo que sucedió exactamente con las carabelas de colón, seguirán buscando las naves, Niña, la Pinta y la Santa María, ya que están consideradas como los santos griales de la arqueología naval.