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Julio Urías: ‘Dios me dio un ojo izquierdo malo, pero un brazo izquierdo bueno’

El pitcher zurdo mexicano Julio Urías, nació con un tumor en su ojo izquierdo. Conoce su historia y cómo llevó a los Dodgers al campeonato

Escrito en BEISBOL el

Cuando en 2016 Julio Urías llegó al equipo de Grandes Ligas de los Dodgers de Los Ángeles, lo primero que Julio Urías hizo fue poner en su vestidor una gran figura con la representación de la Virgen de Guadalupe.

La fe religiosa es en la que el originario de La Higuerita, un pequeño poblado cercano a Culiacán, Sinaloa, se ha apoyado para superar problemas físicos que lo aquejan desde la niñez.

Julio Urías, historia de vida ejemplar

Julio Urías, el pitcher zurdo de los Dodgers nació con un tumor en su ojo izquierdo que se mantiene casi cerrado tras múltiples cirugías, aunque conserva vista parcial en ese orbital.

“Dios me dio un ojo izquierdo malo, pero un brazo izquierdo bueno”

Julio Urías

dijo en una ocasión Urías y con esa frase marcó el camino que ha seguido en su vida para llegar hasta la cúspide.

El martes, Urías fue pieza fundamental para que los Dodgers ganarán su primera Serie Mundial en 32 años.

En labor de relevo, el pitcher mexicano dominó en las últimas dos entradas del sexto partido de la serie que disputó en contra de los Tampa Bay Rays.

Ante 11,437 espectadores reunidos en el Globe Life Field de Arlington, sede neutral para la Serie Mundial 2020 por la pandemia del coronavirus, Urías cumplió con la misión que se propuso antes de que iniciara la batalla por el título de las Grandes Ligas.

“No descansaré hasta que seamos campeones y le pueda dar ese alegría a los fanáticos de los Dodgers y a la afición mexicana”, dijo días antes de que iniciara la Serie Mundial.

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Julio Urías

En el momento más importante de su trayectoria profesional, que inició el 27 de mayo de 2016 enfrentando a los Mets de Nueva York, con tan solo 19 años de edad, Urías brilló en su máximo esplendor.

El serpentinero zurdo se apuntó el salvamento del sexto juego de la Serie Mundial al lanzar dos entradas y un tercio en las que ponchó a cuatro bateadores de los Rays sin dar ninguna base por bolas y sin aceptar hits.

Dos días antes, Urías, de 24 años de edad, tuvo una actuación inolvidable al abrir el cuarto partido de la Serie Mundial en el que ponchó a nueve enemigos.

Con esa marca, Urías pasó a la historia como el lanzador mexicano con más ponches en un juego de Serie Mundial.

Urías también se convirtió el martes en el primer pitcher mexicano en ganar un juego decisivo de Serie Mundial.

A esos logros hay que agregarle estos:

- Es el primer pítcher nacido en México con cinco juegos de Serie Mundial, rompiendo el empate que tenía con Fernando Salas.

Se unió a Madison Bumgarner (2014) como los únicos lanzadores con cuatro victorias y un salvamento en una sola postemporada.

- Los 29 ponches de Urías en estos playoffs son la segunda mayor cantidad en una sola postemporada de un jugador nacido fuera de Estados Unidos, solo detrás de Orlando Hernández (31 en 2000).

“Estaba concentrado en sacar un out a la vez”, dijo Urías después del salvamento que se apuntó para darle a su equipo el título de las Grandes Ligas.

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“Fui poco a poco, bateador por bateador, y cundo menos lo esperaba, ya estaba sacando el out final”, comentó el pitcher que nació con un ojo malo, pero que está agradecido de tener un un brazo izquierdo bueno.