Ayer el PRI subió a sus cuentas de redes sociales la foto de un espectacular que incluía su logotipo y la frase “¿Nos extrañas?”, lo que inmediatamente generó reacciones, obviamente de risa, entre los mexicanos que no se nos olvidan tantos episodios oscuros de la historia que protagonizaron durante décadas de acaparar el poder, por lo que muchos opinaron que el tricolor carece de toda calidad moral de hacer cuestionamientos.
Por más intentos de querer darle vida nueva o de reivindicar de alguna manera al PRI con mensajes que entre líneas o de manera directa quieren dar a entender que cambiaron para bien y que no son como antes, la fama que se crearon no se va a revertir para nuevas o viejas generaciones.
Con la frase “¿Nos extrañas?”, que parece ellos quieren traducir en una suerte de “estábamos mejor cuando estábamos peor”, no tiene cabida en la sociedad actual que no se deja llevar por esas campañas en las que tanto PRI como PAN quieren dar a entender que ellos lo hicieron mejor en su momento, pues la realidad es que si hubieran hecho tan buen trabajo, no hubiéramos heredado tantos problemas, además de que seguirían gobernando.
A inicios de septiembre hablábamos de cómo pasó desapercibido el cambio de presidencia del Comité Directivo Municipal del PAN en Nuevo Laredo y cómo esto se traduce en un periodo de decadencia y agonía política para dicho partido en vías de extinción en la localidad, pero ahora que pasó de noche un aniversario más del blanquiazul y otras fechas clave que anteriormente celebraban con bombo y platillo, es claro que tienen sus días contados.
Para los neolaredenses, luego de la pésima doble gestión de Rivas -a quien muchos panistas culpan de tener al partido en la lona- así como el debut y despedida del PAN en Tamaulipas con Cabeza de Vaca que sigue en el extranjero en calidad de prófugo de la justicia mexicana, el blanquiazul ya no es una opción viable para gobernar en la ciudad.