Nuevo Laredo figuró una vez más como el principal puerto aduanero en las estadísticas de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), al haber acaparado el 36.4 por ciento de la participación a nivel nacional entre enero y diciembre del 2024, registrando un crecimiento del 2 por ciento, mientras que Colombia, Nuevo León, la frontera más cercana, sólo acaparó el 5.6 por ciento de las operaciones y retrocedió 2.2 por ciento con respecto el año anterior, a pesar de los esfuerzos del gobierno neoleonés de Samuel García y la clara campaña de desprestigio emprendida contra nuestra ciudad tamaulipeca.
Ese retroceso del desempeño del Puente Internacional Solidaridad-Colombia, lo hizo caer también un puesto en el ranking para quedar en el sexto lugar nacional, justo cuando Nuevo León ha estado promoviendo la vía que conduce directamente a dicho cruce, como una suerte de “atajo”, que no ha convencido a propios ni a extraños.
Lamentablemente en la estrategia de llevar agua a su molino, algunos medios neoleoneses han caído en la muy deplorable práctica de hacer una campaña de desprestigio a Nuevo Laredo, puerto que lleva años en el primer puesto a nivel nacional en cuanto a operaciones aduaneras, por lo que durante varias generaciones se ha fortalecido la experiencia, infraestructura y personal capacitado para lidiar con el enorme volumen de operaciones en cruces de mercancías y todo lo que esto implica.
Sólo para poner en perspectiva las cosas, durante el 2024, Nuevo Laredo realizó más de 5 millones 382 mil 380 operaciones, mientras que Colombia con las mejoras que hizo durante el año pasado, apenas realizó 832 mil 359, es decir, que por el Puente III se cruzó hasta seis veces más.
Aun y con todo eso, Nuevo León ha actuado como el vecino envidioso, entre sus campañas de desprestigio y otras estrategias poco éticas, cuando simplemente deberían enfocarse en el trabajo para buscar una competencia honorable.