La segunda Revolución Industrial duró aproximadamente entre 1850 o 1870, y el inicio de la Primera Guerra Mundial, en 1914. Fue una etapa de acelerados cambios sociales y científicos que encontraron nuevas fuentes de energía. En 1879 se concretó el descubrimiento de la electricidad, que se venía estudiando y trabajando desde Benjamín Franklin hasta ser perfeccionada, posteriormente, por Nikola Tesla y Tomás Alva Edison. La generación masiva de electricidad tuvo sus momentos culminantes hacia finales del siglo XIX, al extenderse la iluminación eléctrica en las calles y en las casas.
También hubo cambios en el teñido de las telas cuando se aplicaron los primeros colorantes artificiales a partir del benzol, hidrocarburo obtenido de la destilación del alquitrán de hulla. Por lo tanto, se dejaron atrás a los tintes naturales y la costumbre del uso del azul añil y la anilina.
Durante la guerra las mujeres empezaron a usar pantalón caqui y overoles de tela rústica, así como botas, que les resultaron cómodos para poder contribuir como obreras, trabajadoras agrícolas o municioneras. La seda se restringió de las modas para emplearla en la confección de los paracaídas, y de las cortinas se extrajo tela para la ropa de uso diario que se reciclaba cada cierto tiempo. A partir de esos años, la condición femenina tuvo transformaciones en diversos ámbitos.
El final de la guerra trajo limitaciones económicas, por lo que las telas redujeron su extensión en la vestimenta: cambiaron a líneas rectas los llamados chemises, y se abrevió notoriamente el largo, permitiendo mostrar las piernas. Incluso el cabello comenzó a usarse muy corto, al estilo “flapper” (un modo de liberalismo social).
Y así, conforme a los tiempos y acontecimientos, aparecieron los grandes modistas internacionales como artífices del arte, al aplicar usos prácticos o glamurosos a las telas, hasta convertirlas en prendas de colección dignas de exhibirse en los museos más importantes del mundo.
A continuación, proseguimos con el listado de las telas más conocidas:
35.- Mohair.- Es una tela tejida con pelo de la cabra de Angora. El mohair se cree que se deriva de la palabra árabe mukhayyar, que significa elegido. La fibra de la cabra de Angora ha sido utilizada durante miles de años. El mohair se combina con el algodón o el lino, es gruesa y resistente. Se utiliza para la tapicería de sofás y asientos de silla.
36.- Muselina.- La muselina es un tejido vaporoso, fino, utilizando algodón, seda, lana viscosa o hilos sintéticos. El nombre proviene de Mosul, una ciudad en el norte de Irak, donde se hizo la tela originalmente.
37.- Nailon.- El nailon es una fibra textil sintética muy resistente. Surgió a principios del siglo XX como un material bélico para elaborar paracaídas y cuerdas, pero pronto demostró ser un sustituto viable para el rayón o la seda, ya que es inmune a la polilla y no precisa planchado, razón por la que revolucionó el mercado textil femenino. En la industria es uno de los más utilizados en la creación de piezas para automóviles, engranajes y cojinetes para maquinaria.
38.- Organdí y organza.- El organdí y la organza consisten en una tela fina, transparente y rígida. Reciben un acabado químico que le da esa característica de rigidez. El organdí y la organza son dos tejidos similares. La principal diferencia entre la organza y el organdí es que la organza suele estar hecha de seda, rayón o poliéster, mientras que el organdí está hecho de nailon o algodón. Otra similitud entre los dos tejidos es que se procesan de la misma manera: se peinan en lugar de cardar. Esto significa que las fibras se preparan para eliminar cualquier enredo e imperfecciones.
39.- Pana.- La pana, corderoy, corduroy o cotelé es un tejido grueso, de tacto suave, semejante al terciopelo, liso o compuesto por fibras entrecruzadas que cuando están en paralelo forman el distintivo motivo con acanaladuras (bastones) verticales de pequeño tamaño, pero también pueden ser un poco más gruesos. A diferencia del terciopelo, que se teje a base de seda, la pana se fabrica en algodón. Por su grosor se suele usar para la confección de prendas invernales de todo tipo, incluyendo pantalones, camisas y chaquetas.
40.-Percal.- Puede tener una densidad de 200 hilos o más, y es el tipo de tejido más utilizado para sábanas. El percal de algodón está hecho con las fibras de algodón más largas. Se requiere un mínimo de 80 hilos por centímetro cuadrado durante el tejido para garantizar un percal. Se importó originalmente de la India durante los siglos XVII y XVIII, luego se comenzó a fabricar en Francia. La palabra parece provenir del persa pargalah, que significa trapo.