SOPA DEL DÍA

Veinte millones de pesos, el costo de despedir a 129 jueces en Tamaulipas

Escrito en OPINIÓN el

Estimados lectores, el circo del Poder Judicial en Tamaulipas acaba de lanzar su más reciente función: la renovación total de jueces y magistrados, un espectáculo que nos costará, nada más y nada menos -según las primeras estimaciones- que unos 20.6 millones de pesos, para empezar. Sí, leyó usted bien, eso es lo que los contribuyentes tendremos que desembolsar -en primera instancia, porque los costos siempre se van a los cielos- para finiquitar a los 129 protagonistas -jueces y magistrados- de esta obra judicial. 

La cifra, tan elevada como la dignidad que debería acompañar el cargo, incluye tres meses de salario integrado y 20 días por cada año de servicio, además de otras prestaciones. Sólo para que lo dimensionemos: un magistrado recibirá, según estimaciones, unos 320 mil 781 pesos, y eso sin contar los 20 días por año trabajado. ¿El sueldo mensual de estos servidores? Un juez gana 48 mil 425 pesos, y un magistrado, 106 mil 927, además de otras compensaciones.

“El Supremo Tribunal de Justicia del Estado deberá pagar 17 millones 142 mil 450 pesos para finiquitar a los 118 jueces de Tamaulipas, y para los 11 magistrados se necesita un presupuesto mínimo de 3 millones 528 mil 591 pesos”, reporta Muro Político.

Ahora bien, el Senado nos dejó claro por qué de esta generosa partida: el artículo décimo transitorio estipula que los titulares del Poder Judicial que declinen o no sean electos por voto popular tienen derecho a este jugoso finiquito. ¿El voto popular para elegir jueces? Sí, querido lector, una modalidad innovadora que promete acercar la justicia al pueblo.

Renovar al Poder Judicial suena a limpieza necesaria ¿Qué garantías tenemos de que los nuevos jueces y magistrados sean más competentes, menos corruptos y, sobre todo, más accesibles para la ciudadanía? 

En Tamaulipas, mientras tanto, los 20.6 millones de pesos ya tienen destinatarios, más lo que se acumule. Nosotros, los ciudadanos, seguimos siendo los que pagan la cuenta. 

Y ustedes, ¿qué opinan?