Esta semana El Mañana cerró con broche de oro sus festejos por el 100 aniversario de tradición periodística de una forma sorpresiva, pues de un momento a otro, doña Ninfa Deándar Martínez fue nominada y posteriormente llamada al Senado para recibir la presea Belisario Domínguez por su activismo y trayectoria periodística.
Sin duda un interesante regalo navideño en este año tan especial en el que se llegó a ese hito del siglo y en el que la figura central de los festejos no podía ser otra que doña Ninfa Deándar, quien por décadas se dedicó no sólo a mantener vivo el legado de su padre, sino a consolidar y hacer crecer el periódico.
Ahora son tres generaciones que a lo largo de los años han luchado contra la corriente, sufriendo los embates de los políticos que se incomodan con las verdades que les señalan, pero en todo este tiempo, esos personajes se han perdido al concluir sus gestiones, mientras que el periódico continúa de pie y con la fuerza para seguir.
Dio gusto ver que todo México volteara a ver a una neolaredense y le reconocieran su trayectoria, vida y obra, además de que en cada nota periodística se mencionaba a El Mañana de Nuevo Laredo como su legado e instrumento de luchas que sin duda seguirán, siempre en el tenor y sintonía de las causas del pueblo.
Para la historia quedará marcado ese 12 de diciembre en el que el nombre de una neolaredense quedó inscrito con letras de oro en el muro de honor del Senado.