Es importante saber que el contar con la ciudadanía estadounidense proporciona una gran protección contra la deportación, dado que por ley, los ciudadanos de los Estados Unidos no pueden ser sacados del país.
No obstante, cabe resaltar que existen situaciones excepcionales en las que una persona naturalizada podría perder dicho estatus y enfrentar la deportación.
Todo esto puede ocurrir en dado caso que se descubra que hubo algún tipo de fraude en el proceso de naturalización o si el individuo es condenado por delitos graves que comprometen la seguridad nacional.
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Bajo este tenor, perder la ciudadanía americana y enfrentar una posible deportación es una de las preocupaciones para muchos inmigrantes naturalizados.
Pero es poco frecuente, por tal motivo es fundamental conocer las leyes que regulan estos casos para estar preparados.
Casos de revocación de la ciudadanía
Una de las principales situaciones por las que un ciudadano estadounidense podría ser deportado es si se descubre que obtuvo su ciudadanía mediante fraude o información falsa.
De acuerdo al Título 8 del Código de EE.UU., Sección 1451, el gobierno puede iniciar un proceso de "desnaturalización" si se demuestra que la persona mintió en su solicitud de naturalización, ocultó antecedentes criminales o proporcionó documentos falsificados.
En dado caso de que el tribunal federal revoque la ciudadanía, la persona vuelve a su estatus migratorio anterior y, si no cuenta con una residencia legal, podría ser deportada.
Graves delitos y amenazas a la seguridad nacional
Aunque los ciudadanos estadounidenses no pueden ser deportados por cometer delitos comunes, si hay excepciones en casos relacionados con traición, espionaje, terrorismo o la participación en crímenes de lesa humanidad.
De acuerdo al Título 18 del Código de EE.UU., las personas involucradas en actividades que amenacen la seguridad nacional podrían perder su ciudadanía.
En caso de que se comprobará que alguien participó activamente en grupos terroristas o proporcionó información clasificada a gobiernos extranjeros hostiles, el gobierno podría iniciar un proceso legal para despojarlo de su ciudadanía y proceder con la deportación.
En resumen, aunque la ciudadanía americana brinda una protección fuerte contra la deportación, no es una garantía absoluta en todos los casos.
Por eso debes conocer las leyes y evitar conductas que puedan poner en riesgo el estatus migratorio y la permanencia en el país.