En Texas, el Departamento de Vehículos Motorizados (TxDMV) establece que las placas de los automóviles deben ser reemplazadas cada siete años como medida de seguridad y control.
Visibilidad y seguridad
Las placas se desgastan con el tiempo, dificultando su legibilidad en emergencias o controles de tráfico. Renovarlas asegura que sean fáciles de identificar.
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Actualización tecnológica
Las placas modernas incluyen materiales reflectantes que mejoran su lectura en condiciones de poca luz y ayudan a los sistemas de vigilancia y peajes.
Prevención de fraudes
Cambiar las placas regularmente reduce el uso de placas robadas o falsificadas, promoviendo un entorno más seguro en las carreteras.
Este proceso, aunque obligatorio, es sencillo y puede realizarse a través de las oficinas del TxDMV o en línea. Los conductores deben pagar una tarifa de reposición, cuyo costo varía según el tipo de placa.
Actualizar las placas no solo cumple con la ley, sino que también refuerza la seguridad vial y el orden en el estado.