Las entrañables imágenes de Michael Jackson en compañía de su inseparable chimpancé Bubbles forman parte del recuerdo de una era dorada en la historia del pop.
Durante los años de mayor esplendor del artista, su peculiar mascota no solo compartió con él el escenario, sino también la opulencia de su estilo de vida. Con el paso del tiempo, la suerte del primate tomó un rumbo distinto, llevándolo a una vida más tranquila en un santuario en Florida.
'Bubbles', el chimpancé de Michael Jackson
El origen de Bubbles es incierto. Algunas fuentes aseguran que Jackson lo adquirió en 1983 cuando tenía tan solo ocho meses, mientras que otros reportes afirman que llegó a él con tres años de edad tras haber sido rescatado de un centro de investigación en Texas.
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Desde entonces, el animal pasó a ser una pieza central en la vida del "Rey del Pop" y en su gigantesco hogar en Encino, California, donde compartió la cotidianidad del cantante y vivió rodeado de lujos.
El chimpancé también tuvo momentos de fama. Fue una de las estrellas del "Bad World Tour" (1987-1989) y apareció en el video musical de "Liberian Girl", codeándose con figuras como John Travolta y Steven Spielberg.
Su popularidad alcanzó tales niveles que el artista Jeff Koons inmortalizó a Jackson y Bubbles en una escultura de porcelana en 1988, la cual se exhibe en el Museo de Arte Moderno de San Francisco.
La separación
Sin embargo, con los años, el comportamiento del animal se volvió más impredecible. En 2003, cuando Jackson tuvo a su hijo Prince Michael II, decidió trasladar a Bubbles al rancho de Bob Dunn, un reconocido adiestrador de animales para cine y televisión. No obstante, su estadía allí fue breve, ya que poco después intentó quitarse la vida y fue trasladado a un refugio especializado.
Desde 2005, Bubbles reside en el Center for Great Apes en Wauchula, Florida. En este entorno natural, ha encontrado una rutina pacífica: explora extensos pasajes, descansa bajo los árboles y de vez en cuando se entrega a la pintura.
Su manutención anual asciende a 30,000 dólares, financiada en parte por la herencia dejada por Michael Jackson y el apoyo de sus seguidores.
Así, el icónico mono de una de las más grandes leyendas de la música pasa sus días rodeado de otros primates, lejos de los reflectores que en su momento lo hicieron famoso. ¿Qué fue de Bubbles?, hoy, su vida transcurre en un ambiente sereno, alejado del mundo que una vez conoció.